Enemigos

Un héroe es tan bueno como lo sean sus antagonistas, y en la extensa carrera de Holmes se encontrará con lo peor de la sociedad. Asesinos, ladrones, estafadores, chantajistas y matones, así como de todo tipo de clase social y nacionalidad, coparán los voluminosos archivos personales de nuestro protagonista.

En los casos no nos encontraremos con criminales de tres al cuarto. Sólo los mejores villanos “gozarán” del placer de medir sus fuerzas con nuestro detective. Astutos, diabólicos, despiadados y muchos violentos, pero en cualquier caso peligrosos. Holmes necesitará de todo su ingenio para librar a la sociedad de la lacra de sus actos.


Irene Adler

Irene Adler Norton es un personaje que aparece en la historia de Sherlock Holmes “Un escándalo en Bohemia” de Sir Arthur Conan Doyle, publicada en julio de 1891. Ella es uno de los personajes femeninos más notables en las historias de Sherlock Holmes, a pesar de aparecer en un solo relato. No está de más aclarar que más que una verdadera enemiga es una adversaria.

Biografía

Retrato Irene Adler

Irene Adler nació en Nueva Jersey en 1858. Emprendió una carrera en la ópera como contralto, actuó en La Scala de Milán, y durante una temporada como prima donna en la Ópera Imperial de Varsovia, datos que indican que era una cantante extraordinaria. Adler se retiró a los veintitantos años y se mudó a Londres.

El 20 de marzo de 1888, el rey de Bohemia, Wilhelm von Ormstein, hace una visita de incógnito a Sherlock Holmes en el 221B de Baker Street. El rey le pide al famoso detective que consiga una fotografía que Adler guarda celosamente.

Aunque Wilhelm vivió en Praga, en 1883, mientras era príncipe heredero, realizó una larga visita a Varsovia, donde “conoció a la conocida aventurera Irene Adler”. Los dos se hicieron amantes; época en la que Irene hizo una fotografía de ambos. El rey le explica a Holmes que tenía la intención de casarse con Clotilde Lothman von Saxe-Meningen, segunda hija del rey de Escandinavia; un matrimonio que se vería amenazado si su relación con Adler saliera a la luz.

Usando su considerable habilidad para disfrazarse, Holmes rastrea los movimientos de Adler y aprende mucho de su vida privada. Luego prepara un falso incidente para provocar una distracción que le permita descubrir dónde estaba escondida la imagen. Cuando regresa para cogerla, descubre que Adler se ha ido junto con su nuevo marido. La foto, había sido sustituida por una carta a Holmes explicando cómo lo había descubierto, pero también que estaba contenta con su nuevo marido y que no comprometería a su antiguo amante, siempre y cuando el rey no intentase nada contra ella en el futuro.

En una época en que se cuestionaban las capacidades de la mujer, según el monarca, Adler tenía “el rostro de la mujer más bella y la mente del hombre más resuelto”. Ella venció a Holmes, y él no pudo más que admirarla por ello. Ese respeto caló tan profundamente, que pudo haberle hecho reevaluar su perspectiva sobre el sexo opuesto.

Apariencia física

Soberano victoriano

En “Escándalo en Bohemia”, el rey Guillermo describió por primera vez a Irene Adler como “el rostro de la más bella de las mujeres”. Cuando Holmes la vio en persona, y a pesar de su aparente desinterés romántico por el sexo femenino, tuvo que reconocer que era una verdadera belleza totalmente capaz de cautivar, llegando incluso a comentar que era “una mujer encantadora, con un rostro por el que un hombre podría morir”. Watson también observó que no sólo era bella, sino que también era elegante y grácil en sus movimientos.

Estando disfrazado, y ante la urgencia de casarse, Irene le pidió a la primera persona de la iglesia que encontró que hiciera de padrino de boda. El hombre que encontró no era otro sino Holmes disfrazado, y acabó recibiendo un soberano por su labor. Holmes lo tiene en su cadena de reloj en recuerdo de la ocasión. La única recompensa que Sherlock Holmes recibió del Rey de Bohemia fue el retrato fotográfico de Irene. Para él, Irene Adler fue simplemente “la mujer” y si alguna vez estuvo interesada en alguna, fue en ella.

Apariciones

“Escándalo en Bohemia” es el relato de Sherlock Holmes que se centra en Irene Adler, pero también se la menciona en las siguientes historias:

  • “Un caso de identidad”
  • “El carbunclo azul”
  • “Las cinco semillas de naranja”
  • “Su última reverencia”

En “Las cinco semillas de naranja”, Holmes menciona que ha sido vencido cuatro veces, tres veces por hombres y una vez por una mujer. Como ese relato se sitúa en septiembre de 1887, antes de “Escándalo en Bohemia”, que se sitúa en marzo de 1888, la mujer que Holmes menciona que le venció no puede ser Irene Adler si la cronología es correcta. Sin embargo, esto puede deberse simplemente a un error cronológico por parte de Doyle, ya que “Las cinco semillas de naranja” fue publicado después de “Escándalo en Bohemia”. Doyle cometió errores cronológicos claros en otras historias de Holmes, y no se menciona a ninguna otra mujer que haya sido tomada en igual consideración por el investigador. Además, en “Un caso de identidad”, John Watson menciona que Adler es la única persona que ha vencido a Holmes.

Profesor James Moriarty

El profesor James Moriarty es un genio criminal maquiavélico al que Holmes describe como el “Napoleón del crimen”. Doyle tomó la frase de un inspector de Scotland Yard que se refería a Adam Worth, un cerebro criminal de la vida real y uno de los individuos en los que se basaba el personaje de Moriarty. El personaje fue creado principalmente como una excusa narrativa para que Doyle pudiera matar a Sherlock Holmes, y sólo apareció en dos de sus historias. Sin embargo, en las distintas adaptaciones, a menudo se le ha dado una mayor prominencia de la que realmente tuvo llegando a ser considerado “su gran archienemigo”.

Apariciones

Retrato Profesor Moriarty

La primera y única aparición del profesor Moriarty tuvo lugar en “El problema final”, en la que Holmes, a punto de asestar un golpe mortal a la organización criminal de Moriarty, se ve obligado a huir a la Europa continental para escapar de la venganza del profesor. El cerebro criminal le sigue, y la persecución termina en la cima de las cataratas de Reichenbach, un encuentro que aparentemente termina con Holmes y Moriarty precipitándose en una caída fatal.

En esta historia, Moriarty es presentado como un cerebro criminal bajo cuya protección se encuentran gran cantidad de criminales de Inglaterra a cambio de su obediencia y una parte de sus ganancias. Holmes, por cuenta propia, fue guiado en un principio hasta Moriarty por la sospecha de que muchos de los crímenes que investigaba no eran incidentes aislados, sino las maquinaciones de una vasta y sutil organización criminal.

Moriarty juega un papel directo en otra historia de Holmes, “El valle del terror”, ambientada antes de “El problema final” pero escrita después. En “El valle del terror”, Holmes intenta impedir que los agentes de Moriarty cometan un asesinato. En un episodio en el que Moriarty está siendo entrevistado por un policía, se describe un cuadro de Jean-Baptiste Greuze colgado en su despacho; Holmes habla sobre el alto valor de otra obra del mismo pintor para demostrar que no podría haber sido adquirida con el salario de un profesor.

Holmes menciona a Moriarty en otras cinco historias:

  • “La casa vacía”
  • “El constructor de Norwood”
  • “El tres cuartos desaparecido”
  • “El cliente ilustre”
  • “Su última reverencia”

El doctor Watson nunca llega a conocer a Moriarty (sólo consigue divisarlo a lo lejos en “El problema final”), y confía en que Holmes relatará los relatos de la enemistad del detective con el criminal. Doyle es inconsistente con la familiaridad de Watson con Moriarty. En “El problema final”, Watson le dice a Holmes que nunca ha oído hablar de Moriarty, mientras que en “El valle del terror”, situado antes, Watson ya sabe que es “el famoso criminal científico”.

En “La casa vacía”, Holmes afirma que Moriarty había encargado una poderosa pistola de aire comprimido a un mecánico alemán ciego apellidado von Herder, que fue utilizada por su secuaz, el Coronel Moran. Se parecía mucho a un bastón, lo que permitía una fácil ocultación, era capaz de disparar balas de revólver a larga distancia, y su detonación hacía muy poco ruido, lo que la hacía ideal para disparar. Moriarty también tiene una marcada preferencia por la disposición de “accidentes”. Sus intentos de matar a Holmes incluyen una caída de escombros y un vehículo tirado por caballos desbocados. También es responsable de la puesta en escena de la muerte de Birdy Edwards, a quien hace parecer que se arrojó por la borda mientras navegaba hacia Sudáfrica.

Personalidad

Moriarty es increíblemente despiadado, como lo demuestra su firme promesa a Sherlock Holmes de que “si eres lo suficientemente listo como para destruirme, puedes estar seguro de que te haré lo mismo”. En “El problema final” se afirma que Moriarty no participa directamente en las actividades que planifica, sino que sólo orquesta los eventos. Como dice Holmes más abajo, lo que hace a Moriarty tan peligroso es su extremadamente astuto intelecto:

“Es un hombre de buena familia y recibió una esmerada educación; tiene, además, por naturaleza, unas excepcionales dotes para las matemáticas. A la edad de veintiún años escribió un tratado sobre el Teorema del Binomio, que estuvo muy en boga en Europa. Fundándose en esto, ganó una cátedra de matemáticas en una de esas pequeñas Universidades nuestras y todo parecía indicar que tenía ante sí una brillantísima carrera. Pero ese hombre tenía una tendencia hereditaria de lo más diabólica. Llevaba en la sangre un instinto criminal que, en lugar de atenuarse, se acentuó, haciéndose infinitamente más peligroso, debido a sus extraordinarias facultades mentales. En la Universidad empezaron a correr rumores sobre él, obligándole por último a renunciar a la cátedra y volver a Londres, en donde se estableció como tutor en el Ejército.… Es el Napoleón del crimen. Es la mente organizativa de la mitad de los hechos depravados de los que se tiene conocimiento y de casi todos los que pasan inadvertidos en esta gran ciudad.”

- Holmes, “El problema final” 🖋️

Holmes se reitera y expone esta impresión en “El valle del terror” afirmando:

“Pero al llamar a Moriarty criminal está usted incurriendo a los ojos de la ley en delito de difamación, y ahí estriba lo glorioso y maravilloso del caso. El mayor cerebro de todos los tiempos, el organizador de todo lo diabólico, el que controla todo el mundo subterráneo... un cerebro que podría haber levantado o hundido el destino de naciones enteras. Nuestro hombre es de ese calibre. Pero se encuentra tan por encima de las sospechas de la gente, es tan inmune a toda crítica, y tan admirable es su comportamiento y secreto, que por esas simples palabras que usted ha pronunciado podría llevarle a usted a los tribunales y saldría usted con un año de cárcel y él con su salario de un año como recompensa por la injuria. ¿No es el benemérito autor de La dinámica de un asteroide, libro que se eleva a alturas tan enrarecidas de matemática pura que se dice que no había en toda la prensa científica nadie capaz de hacer una crítica del mismo? ¿Va usted a denunciar a un personaje así? Usted quedaría como un doctor malhablado y él como un profesor insultado. Ahí está el genio, Watson.”

- Holmes, “El valle del terror” 🖋️

Muerte de Holmes y Moriarty en las cataratas de Reichenbach

Moriarty respeta la inteligencia de Holmes, afirmando que “ha sido un placer intelectual para mí ver la forma en que usted[Holmes] ha lidiado con este caso” y que “sería una pena para mí tomar medidas extremas”. Sin embargo, comete numerosos atentados contra la vida del detective a través de sus agentes. Muestra una disposición fogosa, se enfurece cuando sus planes se ven frustrados y su libertad es puesta en peligro. Actitud que también muestra al apartar a codazos a los pasajeros de la estación de tren en su persecución del disfrazado Holmes. Moriarty también hace gala de una fuerte tendencia a la independencia, persiguiendo a nuestro protagonista hasta Suiza en solitario, mientras que Holmes, por el contrario, lleva a Watson con él a todos los lugares a los que va.

El motivo original de Doyle para crear Moriarty fue evidentemente su intención de matar a Holmes. “El problema final” era exactamente lo que dice su título; Doyle intentó endulzar la píldora dejando que Holmes se fuera en un resplandor de gloria, habiendo librado al mundo de un criminal tan poderoso y peligroso que cualquier otra tarea sería trivial en comparación (como dice Holmes en la misma historia). Al final, la presión pública y los problemas financieros impulsaron a Doyle a traer de vuelta a Holmes.

Historia personal

El apellido del profesor podría tener un origen irlandés. Las historias dan indicaciones contradictorias sobre la familia de Moriarty. En su primera aparición en “El problema final”, a Moriarty se le llama “Profesor Moriarty” – sin mencionar ningún nombre. Watson, sin embargo, se refiere al nombre de otro miembro de la familia cuando escribe sobre “las recientes cartas en las que el coronel James Moriarty defiende la memoria de su hermano”. En “La aventura de la casa vacía”, Holmes se refiere a Moriarty en una ocasión como “Profesor James Moriarty”. Esta es la única vez que a Moriarty se le da un nombre de pila, y curiosamente, es el mismo que el de su supuesto hermano; a saber, en “El valle del terror” (escrito después de las dos historias anteriores, pero ambientado antes), dice Holmes sobre él: “Es soltero. Su hermano menor es jefe de estación en el oeste de Inglaterra”.

Charles Augustus Milverton

Ilustración de Charles Augustus Milverton

Charles Augustus Milverton era un chantajista que apareció en “La aventura de Charles Augustus Milverton”. Se le describe como “el rey de los chantajistas” e inspira en Sherlock Holmes más repulsión que cualquiera de los asesinos que ha encontrado en su carrera.

Una noche, Holmes y John Watson irrumpen en la casa de Milverton para abrir su caja fuerte y destruir su material de chantaje. Se interrumpen cuando Milverton entra en su estudio en medio de la noche, supuestamente para reunirse con una mujer que tiene un documento incriminatorio para vender. La mujer resulta ser una de las víctimas pasadas de Milverton, cuyo marido murió después de que Milverton le enviara los documentos de compromiso. En venganza, saca una pistola y mata a Milverton.

Después de que ella se va, Holmes vacía rápidamente el contenido de la caja fuerte de Milverton y lo quema, para evitar cualquier pena futura a sus víctimas, entonces él y Watson huyen de la casa. A la mañana siguiente, el inspector Lestrade pide la ayuda de Holmes para identificar al asesino de Milverton. Holmes declina, declarando que sus simpatías están totalmente con las víctimas de Milverton.

Hay indicios para pensar que puede andar detrás de algún caso más de Holmes como en “El sabueso de los Baskerville” donde el detective retrasa su salida por el destape de un escándalo. Sin duda alguna, el personaje está basado en el famoso chantajista Charles Augustus Howell.

“«CHARLES AUGUSTUS MILVERTON
APPLEDORE TOWERS
HAMPSTEAD
Agente.»

— ¿Quién es? —pregunté.

— El hombre más perverso de Londres —respondió Holmes, sentándose y estirando las piernas hacia el fuego—. ¿Dice algo al dorso de la tarjeta?

Le di la vuelta y leí:

— «Pasaré a verlo a las 6,30. - C.A.M.»”

- La aventura de Charles Augustus Milverton 🖋️

Coronel Sebastian Moran

El Coronel Sebastian Moran es un ex coronel del ejército y la mano derecha del Profesor James Moriarty. En su ficha de los archivos personales de Sherlock Holmes lo describe como el “segundo hombre más peligroso de Londres”.

Biografía

Ilustración Coronel Moran

Sebastian Moran nació en Londres en 1840, hijo de Sir Augustus Moran, a veces ministro de Persia. Después de haber estudiado en el Eton College y en la Universidad de Oxford, continuó con una distinguida carrera militar. Antes de ingresar en los primeros Zapadores de Bangalore (Madrás), sirvió en la Expedición Jowaki de 1877-1878 y en la Segunda Guerra Anglo-Afgana, estando en acción en la Batalla de Char Asiab, el 6 de octubre de 1879 (por la cual recibió honores); la Batalla de Sherpur, el 23 de diciembre de 1879; y en Kabul.

Es un tirador consumado y prolífico cazador de caza mayor, Moran escribió los libros Caza mayor en el Himalaya occidental en 1881 y Tres meses en la jungla. Años más tarde, Holmes comentó que el número de tigres abatidos de Moran seguía siendo el récord en la India, y que ningún cazador británico había logrado superarlo.

Leyendo esta parte de la biografía de Moran, John Watson comentó que era la historia de un soldado honorable, sin ningún indicio del archicriminal al que él y Holmes se enfrentarían más tarde. Holmes estuvo de acuerdo en que Moran tenía varias cualidades notables, especialmente sus nervios de acero. Según nuestro protagonista, muchas de las hazañas de Moran aún eran legendarias en la India, como cuando “se arrastró por un desagüe tras un tigre devorador de hombres herido”.

Holmes especuló caprichosamente que la criminalidad de Moran era el resultado de alguna “enfermedad hereditaria”, similar a una plaga que afecta a los vástagos de árboles por lo demás sanos. Cualquiera que fuera la razón, Moran se echó a perder y, aunque no hubo ningún escándalo conocido, se vio obligado a retirarse del ejército y regresar a Londres. Respetable en apariencia, con domicilio en Conduit Street, Mayfair, y miembro del Club Anglo-Indio, el Club Tankerville y el Club de las Cartas Bagatelle, aún así adquirió una mala reputación en el inframundo londinense, lo que lo llevó a ser reclutado por el profesor Moriarty, quien lo empleó como jefe de personal de su imperio criminal. Además, Morán fue asignado para cometer selectos asesinatos que requerían de su extraordinaria puntería.

Coronel Moran preparando su rifle

Moran siguió al profesor Moriarty a Suiza y, después de que Moriarty pereciera en el fondo de las cataratas de Reichenbach, intentó matar a Holmes lanzándole piedras. Holmes escapó, pero se vio obligado a permanecer oficialmente muerto durante varios años, sabiendo que Moran lo perseguiría tan pronto como se revelara. En vez de eso, Holmes esperó a que el coronel cometiera un error y se incriminara a sí mismo.

Después del colapso de la organización criminal de Moriarty, Moran regresó a Londres y se ganó la vida jugando a las cartas en varios clubes. Cuando uno de los otros jugadores, Ronald Adair, se dio cuenta de que Moran había ganado haciendo trampas y amenazó con desenmascararlo. Moran asesinó a Adair con un rifle de aire silencioso que disparaba balas de revólver y fue fabricado especialmente según las especificaciones de Moriarty por un mecánico alemán ciego.

El Dr. Watson y un Holmes retornado de ultratumba se hicieron cargo del caso. Moran intentó matar al detective disparando su rifle de aire desde una casa vacía frente a la residencia de Holmes en el 221B de Baker Street. Holmes anticipando sus acciones, colocó una efigie de cera de sí mismo junto a su ventana como señuelo. Mientras tanto, el detective, el detective y el inspector Lestrade, se ocultaron en la misma vivienda para capturar a Moran.

John Clay

Ilustración John Clay

John Clay, también conocido como Vincent Spaulding, es el villano del relato “La liga de los pelirrojos”. Es uno de los criminales más destacados de su tiempo, sus crímenes incluyen el asesinato, el robo, la estafa y la falsificación. Holmes lo calificó como el cuarto hombre más inteligente de Londres.

Trabajó bajo el alias de Spaulding para Jabez Wilson, un prestamista cuya casa de empeño estaba situada en el lugar perfecto para que Spaulding/Clay la usara para hacer un túnel a un banco con una reserva de monedas de oro francés. La cámara donde se guardaba el oro estaba bajo tierra y sin vigilancia. Fue capturado in fraganti por Sherlock Holmes.

Tiene orígenes aristrocráticos y su abuelo fue duque real. Goza de una educación excelente, estudió en el colegio de Eton y asistió a la universidad en Oxford.

“— John Clay, asesino, ladrón, estafador y falsificador. Es un hombre joven, señor Merryweather, pero se encuentra ya en la cumbre de su profesión, y tengo más ganas de ponerle las esposas a él que a ningún otro criminal de Londres. Un individuo notable, este joven John Clay. Es nieto de un duque de sangre real, y ha estudiado en Eton y en Oxford. Su cerebro es tan ágil como sus manos, y aunque encontramos rastros suyos a cada paso, nunca sabemos dónde encontrarlo a él. Esta semana puede reventar una casa en Escocia, y a la siguiente puede estar recaudando fondos para construir un orfanato en Cornualles. Llevo años siguiéndole la pista y jamás he logrado ponerle los ojos encima.”

- La liga de los pelirrojos 🖋️

Henry “el Santo” Peters

Ilustración Henry “el Santo” Peters

Henry “el Santo” Peters tiene muchos alias y una larga historia ganándose la confianza de las personas para convencerles de que donen grandes sumas de dinero a sus diversas causas caritativas. En la trágica historia “La desaparición de Lady Frances Carfax”, Peters convence a Lady Frances de que es un sacerdote filantrópico que ayuda a difundir la buena palabra en África y salvar a niños hambrientos. La bien intencionada Lady Frances cae en la trampa y casi termina muerta. El plan de Peters incluye enterrar a Lady Frances viva en un ataúd diseñado para contener secretamente dos cuerpos.

El poder de persuasión de Peters es tan bueno, que Holmes está a punto de no descubrir lo que está pasando realmente. Debido a que Holmes y Watson entran en escena en el último momento de la historia, Peters es uno de los pocos delincuentes que brevemente superó a nuestro detective.

“— Ya está bien, no tenemos tiempo que perder —dijo mi compañero, con firmeza—. Usted es Henry Peters, de Adelaida, antes reverendo doctor Shlessinger, de Baden y Sudamérica. Estoy seguro de eso como de que me llamo Sherlock Holmes.

Peters, como le llamaré a partir de ahora, se sobresaltó y clavó su mirada en la de su sorprendente perseguidor.

— Me temo que su nombre no me asusta, Sr. Holmes —dijo con frialdad—. Cuando un hombre tiene la conciencia tranquila, no se alarma fácilmente. ¿Qué ha venido a hacer a mi casa?”

- La desaparición de Lady Frances Carfax 🖋️